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La reciente visita del Presidente de la Nación a la Provincia del Chaco ha sido un hecho político de envergadura, especialmente porque es la primera vez que la máxima autoridad de nuestro país visita el sitio donde se homenajea a los militantes asesinados el 13/12/76 en Margarita Belen, además acompañado por Madres, Abuelas, Hijos y un conjunto importante de organizaciones políticas y sociales.
Pero aconteció un suceso que lo podríamos calificar de milagroso, dado su carácter de extraño tendiendo a sobrenatural: por primera vez (por lo menos oficialmente) el Gobernador Roy Nikisch acude al lugar, aún cuando ocupó otros espacios institucionales que lo podrían haber llevado a asistir y rendir homenaje a los asesinados nunca había asistido.
El Gobernador que no presta atención a las demandas sociales, que usa su lengua mas endurecida para contestar a los pueblos aborígenes, que uso la policía para conflictos salariales, que desalojó insensiblemente a 200 familias en Puerto Vilelas, que apoyó que un funcionario de la Dictadura llegue al Superior Tribunal de Justicia..., etc, por primera vez va a ese simbólico lugar.
No sé si será bueno, quizás no tanto por lo falto de sinceridad y compromiso con los derechos humanos, pero si milagroso.