viernes, 4 de mayo de 2007

Travesuras de la Conferencia Episcopal Argentina


No me había detenido en profundidad en el último documento de la CEA, Exhortación pastoral sobre el compromiso ciudadano y las próximas elecciones, solo una lectura a la cobertura periodística, hasta que una iniciativa legislativa propuso declarar un beneplácito por ella.

La verdad que, en una lectura rápida, muchos párrafos de ella merecen ser destacados incluso como valuartes de un pensamiento progresista. Por ejemplo el llamado a convertirse de “de habitantes en ciudadanos” o el pedido de priorizar la inclusión, o la expresión "una sociedad no crece necesariamente cuando lo hace su economía, sino sobre todo cuando madura en su capacidad de diálogo y en su habilidad para gestar consensos que se traduzcan en políticas de Estado" .

Pero, una lectura más profunda del documento, vuelve a demostrar que todo sigue igual en la jerarquía católica.

No es la finalidad de estas simples notas agotar el análisis. Simplemente resaltar algunos aspectos para remarcar el viejo refrán "aunque la mona se vista de seda, mona queda".

Especialmente bajo el título "Algunos desafíos a tener presentes" introduce su carga ideológica dogmática sobre:
a) El aborto, al resaltar que la vida desde su concepción es el primero de los derechos humanos a respetar. Deslegitima así la propia legislación positiva argentina y el derecho a decidir que le asiste a las mujeres sobre su propio cuerpo.

b) La familia, reduciéndo su condición a la unión de un hombre y una mujer y negando (ciegamente) las diversas formas de ella que coexisten en la sociedad actual, ya sea entre parejas de personas del mismo sexo o integradas por padres o madres con hij@s. "Es la definición del Código Civil", me apuntó una colega. También de cambiar eso se trata, pensé yo.

c) La ley, supeditando su cumplimiento "salvo que se opongan a la ley natural". Esta es la consigna mas antidemocrática e intolerante del documento. ¿Quién establece la "ley natural"'?, ¿Quién lo juzga? Seguramente los señores obispos piensan que ellos son -como, supuestamente, enviados de Dios- los encargados.

Pesadito el documentito. No los aburro mas, el beneplácito de la Cámara se aprobó con una sola observación, la mía. Todo un gesto.

Ah, y no podía faltar el llamado a la reconciliación, que como todos los argentinos sabemos, significa impunidad para los autores materiales e intelectuales de la dictadura militar.

(dibujo pagina/12 del 02/05/2007)

No hay comentarios.: