DEBATIENDO
Se está poniendo de moda, y no tanto. Y ojalá
no sea una
moda. Debatir.
Debatir públicamente con determinadas reglas,
candidatas y
candidatos de propuestas diversas, moderados por periodistas y
ante un medio de
prensa.
Lo hemos visto con postulantes de la Ciudad de
Buenos Aires
(CABA) y también dos candidatos a senadores del Chaco.
Está
bueno
Que las ideas confronten, que las propuestas o
proyectos se
visualicen y que, ¿porqué no?, se expresen las diferentes visiones
de la
historia.
Un duelo de ideas, en estos tiempos
electorales, puede
colaborar con despejar lecturas. Con mostrar –valga la
redundancia- miradas
diversas, y ayudar a decodificar –si se me perdona la palabra-
ideologías.
No es usual que quienes estén mejor en las
encuestas, y en
éste caso incluso obtuvieran mejores resultados en las PASO, se
sometan a un
debate dado que generalmente se opta por hacer “la plancha”. En
ésta ocasión
aparecen algunos elementos de la coyuntura que habilitan la
aparición del
debate, por ejemplo en la CABA la disputa en cercanía de las
diferentes fuerzas
políticas y, también para destacar, el FPV de Chaco que aceptó el
debate cuando
el manual en la materia sugiere evitarlo.
La tarea es trabajar para que la herramienta se
convierta en
permanente, y se corrijan algunas cuestiones.
Convengamos que no estamos ante una panacea. No
resuelve los
problemas de la representación de la política. Pero ayuda.
Lo que
falta
Imperfecto. En reglas, en amplitud de los
participantes, en
acceso masivo de ciudadanas y ciudadanos.
Es bueno que los medios se animen y convoquen,
no es una
tarea fácil. Pero la cuestión debe estar en manos del Estado, para
garantizar
difusión masiva (¿porqué no una cadena nacional y/o provincial?).
Y deberíamos
pensar como se expresa el pueblo en el debate. Tal vez no un
debate, sino mas
de uno, y buscando un contenido de ida y vuelta a través de la
participación de
vecinos o participación por vía de las redes sociales.
La exclusión de otras listas del debate lo
deprime, polariza,
resta oportunidades y visibilización a otras propuestas. También
achancha a los
contendientes, que tienen que preparar su discurso para
contendientes muy
previsibles.
(Sería bueno que Ángel Rozas y Eduardo Aguilar
le cuenten a
sus colegas de las otras categorías de las listas que están
debatiendo y que el
debate no muerde, así Carim Peche, Elda Pertile, Juan Manuel
Pedrini y Miguel
Tejedor podrían animarse a seguir ese camino)
Adelante
vs Historia
“Yo no vine hablar de la historia”, dijo un
candidato e
inmediatamente descerrajo una chicana sobre la historia reciente.
Una de las cuestiones a dilucidar y que aparece
a menudo es
¿qué debatimos? ¿Hablamos de propuestas o hablamos de la historia?
La primera
respuesta, políticamente correcta, es: hablemos de lo que vamos a
hacer, de lo
que proponemos. Me parece que eso pura demagogia.
¿Cómo podríamos discutir una propuesta sin
partir de una
lectura de la historia? ¿No está en la historia la explicación o
la causa del
problema que pretendemos resolver?
O más aún, ¿la historia de las personas que se
postulan y
proponen no tiene relación con la posibilidad concreta de que la
propuesta sea
viable o cumplible? Una síntesis a lo bruto: si Adolf Hitler se
postulara con
las mejores propuestas de un cambio social positivo ¿lo votaríamos
sin
considerar su historia?
Mas allá del vicio serio del sistema político
de caer en la
chicana, que se debería erradicar, la historia no puede estar
ausente del
debate. Los acontecimientos del pasado reciente, e incluso no
tanto, tienen una
influencia superlativa a la hora de debatir propuestas y encontrar
soluciones.
Es imposible trazar un
futuro sin mirar
la historia, e imposible construir una visión de futuro sin una
lectura de errores
y aciertos del pasado.
Otros
debates,
estructurales y fuera de campaña
Un debate señero, y que seguramente quedo en la
memoria de
quienes lo vieron fue el que mantuvieron el ex Canciller Dante
Caputo con el
Senador Vicente Saadi en el marco de una consulta popular sobre el
Canal de
Beagle. No era un debate electoral en el sentido estricto, aunque
había una
compulsa en juego. Dejó aprendizajes. Corría el año 1984 y hacía
presumir un
futuro venturoso de debates pero no pasó.
La cultura del debate, amplio y sobre temas
estructurales de
la Provincia y la Nación y no necesariamente electoral, debería
instalarse como
una forma de desestructurar viejos versos que se instalan desde
ciertos
sectores y que luego se repiten como verdades absolutas.
La Ley
En el Chaco hay una Ley de debate obligatorio.
La 7217,
aunque su vigencia efectiva será en 2015, aborda algunos tópicos
que aquí se
tocaron: el Estado en la organización, cierta amplitud de los
sectores que se
convocan y un método. Esperemos que no se derogue o distorsione,
como ha pasado
con la Ley de las PASO en materia de financiamiento y publicidad.
ALGO SOBRE LA
VIOLENCIA POLÍTICA Y SOCIAL EN EL CHACO
El tema requiere mas extensión, tiempo y
análisis. Pero
merece unos párrafos, dada la denuncia de la UCR del ataque a sus
dirigentes
cuando llevaban adelante su campaña sobre el Impenetrable.
Es,
existe
La violencia política y social existe. Ejercida
por sectores
políticos y sociales contra otros sectores políticos y sociales,
una suerte de
mini cultura del enemigo, incluso con utilización de algunos
espacios estatales.
¿Reacciones
o
Hipocresía?
Se la ejerce esporádicamente, a la violencia,
se la repudia
y los sucesos pasan al olvido. La máxima reacción desde la
política es el
repudio, aunque en algunos casos ni a eso se llega.
Cuando se avecinaban las PASO, un pequeño local
partidario
de la fuerza política a la que pertenezco en Miraflores
–coincidentemente el
Impenetrable- recibió un intento de incendio. Acción judicial:
cero.
Innumerables repudios: cero.
El Poder Judicial mira para otro lado.
La represión policial a sectores sociales en el
Chaco una veintena
–o más- de veces en los últimos años no mereció acción alguna del
Poder
Judicial.
El
ingreso de una
patota a la Cámara de Diputados de la Provincia en el año 2009
para impedir la
designación de un presidente, algo bastante parecido a la
sedición, generó un
expediente judicial ¿alguien sabe que pasó?
Aurelio Díaz fue cobardemente golpeado hace
unos años en mi
despacho de Diputado Provincial por un alfil de una de las
principales
dirigentes de la UCR. Repudio legislativo y archivo.
Bomba de
tiempo
El Poder Judicial mira para otro lado y la
política repudia,
en el mejor de los casos.
Pero nadie hace
mucho
contra esa bomba de tiempo. Ya que usamos la palabra usémosla de
nuevo, una
mini bomba de tiempo para no exagerar.
La cultura política de la convivencia es
mayoritaria,
ampliamente, y la violencia con fines políticos no es lo central.
Pero hay violentos,
y peor aún, hay vivos que los mantienen latentes.
Publicado en Diario Primera Línea del 20/10/2013
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