domingo, 20 de octubre de 2013

El debate/La violencia política y social

DEBATIENDO

 
Se está poniendo de moda, y no tanto. Y ojalá no sea una moda. Debatir.
Debatir públicamente con determinadas reglas, candidatas y candidatos de propuestas diversas, moderados por periodistas y ante un medio de prensa.
Lo hemos visto con postulantes de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) y también dos candidatos a senadores del Chaco.

Está bueno

Que las ideas confronten, que las propuestas o proyectos se visualicen y que, ¿porqué no?, se expresen las diferentes visiones de la historia.

Un duelo de ideas, en estos tiempos electorales, puede colaborar con despejar lecturas. Con mostrar –valga la redundancia- miradas diversas, y ayudar a decodificar –si se me perdona la palabra- ideologías.

No es usual que quienes estén mejor en las encuestas, y en éste caso incluso obtuvieran mejores resultados en las PASO, se sometan a un debate dado que generalmente se opta por hacer “la plancha”. En ésta ocasión aparecen algunos elementos de la coyuntura que habilitan la aparición del debate, por ejemplo en la CABA la disputa en cercanía de las diferentes fuerzas políticas y, también para destacar, el FPV de Chaco que aceptó el debate cuando el manual en la materia sugiere evitarlo.

La tarea es trabajar para que la herramienta se convierta en permanente, y se corrijan algunas cuestiones.

Convengamos que no estamos ante una panacea. No resuelve los problemas de la representación de la política. Pero ayuda.


Lo que falta

Imperfecto. En reglas, en amplitud de los participantes, en acceso masivo de ciudadanas y ciudadanos.

Es bueno que los medios se animen y convoquen, no es una tarea fácil. Pero la cuestión debe estar en manos del Estado, para garantizar difusión masiva (¿porqué no una cadena nacional y/o provincial?). Y deberíamos pensar como se expresa el pueblo en el debate. Tal vez no un debate, sino mas de uno, y buscando un contenido de ida y vuelta a través de la participación de vecinos o participación por vía de las redes sociales.

La exclusión de otras listas del debate lo deprime, polariza, resta oportunidades y visibilización a otras propuestas. También achancha a los contendientes, que tienen que preparar su discurso para contendientes muy previsibles.


(Sería bueno que Ángel Rozas y Eduardo Aguilar le cuenten a sus colegas de las otras categorías de las listas que están debatiendo y que el debate no muerde, así Carim Peche, Elda Pertile, Juan Manuel Pedrini y Miguel Tejedor podrían animarse a seguir ese camino)


Adelante vs Historia

“Yo no vine hablar de la historia”, dijo un candidato e inmediatamente descerrajo una chicana sobre la historia reciente.

Una de las cuestiones a dilucidar y que aparece a menudo es ¿qué debatimos? ¿Hablamos de propuestas o hablamos de la historia? La primera respuesta, políticamente correcta, es: hablemos de lo que vamos a hacer, de lo que proponemos. Me parece que eso pura demagogia.

¿Cómo podríamos discutir una propuesta sin partir de una lectura de la historia? ¿No está en la historia la explicación o la causa del problema que pretendemos resolver?

O más aún, ¿la historia de las personas que se postulan y proponen no tiene relación con la posibilidad concreta de que la propuesta sea viable o cumplible? Una síntesis a lo bruto: si Adolf Hitler se postulara con las mejores propuestas de un cambio social positivo ¿lo votaríamos sin considerar su historia?

Mas allá del vicio serio del sistema político de caer en la chicana, que se debería erradicar, la historia no puede estar ausente del debate. Los acontecimientos del pasado reciente, e incluso no tanto, tienen una influencia superlativa a la hora de debatir propuestas y encontrar soluciones. Es imposible  trazar un futuro sin mirar la historia, e imposible construir una visión de futuro sin una lectura de errores y aciertos del pasado.


Otros debates, estructurales y fuera de campaña

Un debate señero, y que seguramente quedo en la memoria de quienes lo vieron fue el que mantuvieron el ex Canciller Dante Caputo con el Senador Vicente Saadi en el marco de una consulta popular sobre el Canal de Beagle. No era un debate electoral en el sentido estricto, aunque había una compulsa en juego. Dejó aprendizajes. Corría el año 1984 y hacía presumir un futuro venturoso de debates pero no pasó.

La cultura del debate, amplio y sobre temas estructurales de la Provincia y la Nación y no necesariamente electoral, debería instalarse como una forma de desestructurar viejos versos que se instalan desde ciertos sectores y que luego se repiten como verdades absolutas.


La Ley

En el Chaco hay una Ley de debate obligatorio. La 7217, aunque su vigencia efectiva será en 2015, aborda algunos tópicos que aquí se tocaron: el Estado en la organización, cierta amplitud de los sectores que se convocan y un método. Esperemos que no se derogue o distorsione, como ha pasado con la Ley de las PASO en materia de financiamiento y publicidad.


ALGO SOBRE LA VIOLENCIA POLÍTICA Y SOCIAL EN EL CHACO



El tema requiere mas extensión, tiempo y análisis. Pero merece unos párrafos, dada la denuncia de la UCR del ataque a sus dirigentes cuando llevaban adelante su campaña sobre el Impenetrable.


Es, existe

La violencia política y social existe. Ejercida por sectores políticos y sociales contra otros sectores políticos y sociales, una suerte de mini cultura del enemigo, incluso con utilización de algunos espacios estatales.


¿Reacciones o Hipocresía?

Se la ejerce esporádicamente, a la violencia, se la repudia y los sucesos pasan al olvido. La máxima reacción desde la política es el repudio, aunque en algunos casos ni a eso se llega.

Cuando se avecinaban las PASO, un pequeño local partidario de la fuerza política a la que pertenezco en Miraflores –coincidentemente el Impenetrable- recibió un intento de incendio. Acción judicial: cero. Innumerables repudios: cero.

El Poder Judicial mira para otro lado.

La represión policial a sectores sociales en el Chaco una veintena –o más- de veces en los últimos años no mereció acción alguna del Poder Judicial.

El ingreso de una patota a la Cámara de Diputados de la Provincia en el año 2009 para impedir la designación de un presidente, algo bastante parecido a la sedición, generó un expediente judicial ¿alguien sabe que pasó?

Aurelio Díaz fue cobardemente golpeado hace unos años en mi despacho de Diputado Provincial por un alfil de una de las principales dirigentes de la UCR. Repudio legislativo y archivo.


Bomba de tiempo

El Poder Judicial mira para otro lado y la política repudia, en el mejor de los casos.

Pero nadie  hace mucho contra esa bomba de tiempo. Ya que usamos la palabra usémosla de nuevo, una mini bomba de tiempo para no exagerar.

La cultura política de la convivencia es mayoritaria, ampliamente, y la violencia con fines políticos no es lo central. Pero hay violentos, y peor aún, hay vivos que los mantienen latentes.

Publicado en Diario Primera Línea del 20/10/2013

No hay comentarios.: