Mahle: empresa autopartista que fue cerrada, también aparentemente vaciada de acuerdo a un informe de funcionarios del Ministerio de Trabajo. En éste caso una multinacional que, según denunció el gremio fue comprada para cerrarla. El Estado se puso al frente de la negociación en busca de un inversor, pero la Presidenta garantizó la continuidad de la fuente de trabajo.
Massuh: la papelera fue, de acuerdo a un trabajo de investigación, vaciada. El Estado asume su administración con participación de los trabajadores.
Lo relevante de las decisiones, destinadas a preservar 1.200 puestos de trabajo directos, el capital humano y la unidad de producción, es la acción clara y concreta de actuar. Y hacerlo con los trabajadores.
El tiempo dirá si las decisiones fueron acertadas, pero está claro que no se puede mirar para otro lado.
Basta de mano invisible y Estado amigote de los empresarios que se fugan cuando su tasa de rentabilidad peligra.
La foto es de acá.
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