domingo, 24 de mayo de 2009

Don Arturo Jauretche, me saco el sombrero


El 25 de mayo de 1.974 se iba don Arturo Jauretche. Yo tenía 8 años y, creo, nunca había escuchado hablar de él.
Diez años después lo empecé a cortejar, a introducirme en su historia y en la del movimiento popular. Me cautivó con Manual de Zonceras, y no lo abandoné más.
El derrotero de Don Arturo, y un grupo de intelectuales de su época con algunos de los cuales fundó FORJA en contraposición al alvearismo radical, fue el de la búsqueda del proyecto nacional y popular que contenga a las mayorías.
No era aquel intelectual de café, ni el que se devaneaba con sus conocimientos, los intelectuales argentinos suben al caballo por la izquierda y bajan por la derecha, supo decir.
Tilingos, dijo obra vez apelando al Espasa Calpe.
Lo que movilizó las masas hacia Perón no fue el resentimiento, fue la esperanza. Recuerde usted aquellas multitudes de octubre del '45, dueñas de la ciudad durante dos días, que no rompieron una vidriera y cuyo mayor crimen fue lavarse los pies en la Plaza de Mayo, provocando la indignación de la señora de Oyuela, rodeada de artefactos sanitarios. Recuerde esas multitudes, aún en circunstancias trágicas y las recordará siempre cantando en coro —cosa absolutamente inusitada entre nosotros— y tan cantores todavía, que les han tenido que prohibir el canto por decreto-ley. No eran resentidos. Eran criollos alegres porque podían tirar las alpargatas para comprar zapatos y hasta libros, discos fonográficos, veranear, concurrir a los restaurantes, tener seguro el pan y el techo y asomar siquiera a formas de vida "occidentales" que hasta entonces les habían sido negadas.

Político, economista, escritor. Descerrajó definiciones que hoy escandalizarían a la derecha campestre. Va dos
Hoy no hay, por ejemplo, libertad de prensa, sino libertad de empresa y no me refiero a las limitaciones del estado de sitio. Cuanto más grande es un periódico más depende de los grupos financieros, y los mismos partidos tienen que ir de claudicación en claudicación, pues son los grupos financieros los que proporcionan recursos que obligan; el que no los acepta se coloca en inferioridad de condiciones.
Asesorarse con los técnicos del Fondo Monetario Internacional es lo mismo que ir al almacén con el manual del comprador, escrito por el almacenero. (va con onda Al Fondo Prat Gay)
Donde quiera que esté, saludos don San Jauretche.

Foto y algunos textuales



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